Aerosmith – Music From Another Dimension (2012)

Posted in Discos with tags , on diciembre 4, 2012 by perrygoround

Lista de canciones:
1.- LUV XXX
2.- Oh yeah!
3.- Beautiful
4.- Tell Me
5.- Out Go The Lights
6.- Legendary Child
7.- What Could Have Been Love
8.- Street Jesus
9.- Can’t Stop Loving You
10.- Lover Alot
11.- We All Fall Down
12.- Freedom Fighter
13.- Closer
14.- Something
15.- Another Last Goodbye

Japón:
16.- Shakey Ground
17.- I’m not Talking

Deluxe Edition (CD 2):
1.- Up on a Mountain
2.- Oasis in the Night
3.- Sunny Side of Love

Producción: Jack Douglas, Steven Tyler, Joe Perry, Marti Frederiksen
Discográfica: Columbia

“Music From Another Dimension” supone el regreso discográfico de Aerosmith tras los 8 años que han pasado desde su magnífico disco de versiones de blues “Honking on Bobo” (aunque mientras tanto no han parado de girar, y han editado un directo “Rocking The Joint”, varios recopilatorios, algunos con temas de estudio nuevos, y el DVD en directo “You Gotta Move”). El problema es que, en realidad, como todo eso que hemos mencionado se tratan de versiones, directos y temas sueltos, el precedente discográfico a tener en cuenta era el decepcionante “Just Push Play”, y debido a eso, las expectativas por parte del público rockero no eran ni muchas ni muy buenas.
Llegados a este punto hay que hablar del público de Aerosmith. Aerosmith son, con total seguridad, la banda de Rock con el público más heterogéneo y dividido de cuantas existen en el planeta –Bon Jovi estuvieron en la misma posición hace 20 años, pero finalmente se decantaron por satisfacer solamente a uno de sus espectros de fans; y si los tíos malos de Boston no han tomado el mismo camino es simplemente porque el grupo está dividido en dos bandos, al igual que su público, Steven va por una lado, «Just Push Play», y Joe por el otro, «Honking On bobo»-, y se ven en un compromiso de difícil solución si quieren contentar a todo el mundo. Aerosmith tienen que ofrecer algo a los fans del Hard Rock con pelotas, lascivo, festivo, salvaje y agresivo, y tienen que ofrecer algo al público de las FMs que espera bonitas canciones de amor (o desamor). Así que al final han llegado a la solución del compromiso y ofrecen las dos cosas juntas y revueltas. “Music From Another Dimension” es un disco largo, 15 temas (más otras 5 que han salido en diferentes ediciones “deluxe” o en exclusiva para el mercado asiático), en los han cubierto casi todos los espectros que han manejado a lo largo de su carrera.

Tras una intro a cargo de la voz “peliculera” de Jack Douglas, que fuese su productor durante los gloriosos –para la banda- años setenta, y que repite tras haber vuelto a trabajar con ellos en “Honking on bobo”, el disco comienza con un tema rockero y de toque festivo, con una onda indiscutiblemente Aerosmith titulado “LUV XXX”, sobre las necesidades amatorias del viejo pícaro que sigue siendo Steven Tyler. Le sigue “Oh Yeah”, una magnífica canción de rock & roll clasicote, con un cierto regusto de pop-rock Beatleniano, y que sin duda es uno de los mejores momentos del disco. “Beautiful” es un giro de 180º, tal vez lo más parecido que hay en este disco al “Just Push Play”, con unas estrofas muy rítmicas, donde Steven rapea más que canta, y un estribillo mucho más melódico, con el típico aire de ensoñación a lo “The Blizzard of Ozz” que tanto le gusta a Steven Tyler y tanto han usado en los últimos 20 años. “Tell Me” podríamos definirla como una bonita pieza cuasibaladística en plan acústico, compuesta por Tom Hamilton. Con “Out Go The Lights” vuelven los Aerosmith más socarrones, los señores de la lujuria que reinaron en el mundo del Rock & Roll allá a finales de los 80s, pues es un tema que suena exactamente como si los chicos malos de Boston hubiesen regresado a los años de “Permanent Vacation” o “Pump” –y es que de hecho se trata de una canción compuesta en aquella época que habían tenido guardada hasta ahora-. “Legendary Child”, que fue el primer single del disco, es otra vieja idea rescatada, en este caso de las sesiones del “Get a Grip”. Un buen tema de Rock & Roll, con un riff de lo más Zeppeliano, pero pasado por la batidora de los gemelos toxicómanos. Con “What Could Have Been Love” comienzan las concesiones a su otro público, el de las emisoras de FM. Se trata de la típica powerballad que ya han grabado varias veces en los últimos años. No es una mala canción, pero ya se la hemos escuchado antes.

Sin embargo, “Street Jesus” es todo lo contrario, el primer tema que han grabado en muchísimos años que podría formar parte de cualquiera de sus obras clásicas de los 70s. Porque está claro que tienen 3 etapas clásicas: 70s, 80s y 90s. Hasta ahora nos habían ofrecido varios temas a la altura (o casi) de sus discos clásicos de los 80s y 90s, pero con “Street Jesus” Aerosmith regresan a los 70s. La canción habla de un vagabundo de Los Ángeles con el que se encontraban de camino al estudio de grabación, y sónicamente es puro descontrol setentero, lo más parecido que han grabado a “Rats in the Cellar” (una de las mejores canciones de Hard Rock furioso y salvaje jamás grabada). Aunque va firmada por Brad Withford, al igual que la otra canción puramente rock setentas del disco, de la que hablaremos posteriormente, comienza con un riff que ya conocíamos de un tema llamado «Mercy» del primer disco en solitario de “Joe Perry” (no confundir con los discos del Joe Perry Project). A partir de ahí es un orgasmo de casi 7 minutos de guitarrazos inmisericordes, con una batería atronadora como un tren de mercancías, y un final apoteósico de solos de Brad y Joe, con todos los acoples y efectos de guitarra que hicieron de Aerosmith la banda más excitante que jamás haya existido. Es enorme tener a esa banda de vuelta durante lo que dura esta canción.
Tras el salvajismo sónico de “Street Jesus”, “Can’t Stop Loving You”, es un respiro necesario y agradecido. Tal vez sea una de esas canciones que mucha gente dirá: la típica power-ballad de Aerosmith, y aún por encima con una concursante de American Idol haciendo voces con Steven Tyler al más puto estilo Pimpinela. Pero esta canción tiene ese aire country que comparte con otras baladas clásicas de Aerosmith como “Crying” y “What it Takes” y que a mí personalmente me encanta, además de un buen riff, sus crescendos emotivos… es un manual de cómo debe sonar una power-ballad pensada para las radios, pero manteniendo el corazón, la intensidad. Una gran balada, de notable alto. Y tras esta excelente balada, llegamos al otro gran momento álgido del disco, «Lover Alot», que por segunda vez en unos pocos minutos nos trae de vuelta a la era dorada, a los Aerosmith de los 70s. De acuerdo, si bien “Street Jesus” era un poco más “Rocks”, “Lover Alot” es puro “Draw The Line”, que no era tan excelso, pero casi. Un tema que encajaría como un guante al lado de “Sigh For Sore Eyes”, “Critical Mass”, o “Get it Up”. “We All Fall Down” es una balada para piano escrita por Diane Warren, la autora del único single nº1 en ventas de la carrera de Aerosmith: “I Don’t Want To Miss a Thing”. En este caso es algo menos empalagosa, y es una buena canción, tiene un par de momento muy interesantes, pero me queda la sensación de que es de las que están ahí para contentar a cierta parte muy específica de su público, o tal vez para pagar favores pasados. “Freedom Fighter” es una muy buena canción de rock duro, en la que Joe Perry asume el protagonismo vocal por primera vez en lo que llevamos de disco. De algún modo recuerda al primer tema en que se le pudo escuchar agarrando el micro, “Brigh Ligh Frigh”, también del «Draw The Line», pero menos desenfrenada. Se trata de un tema inspirado en un documental que vio Joe sobre los señores de la guerra y los niños soldados en África. “Closer” es otro tema de lo más interesante, que alterna unas estrofas de lo más pesado, prácticamente heavy metal en una onda a lo “Round & Round” o “Kings & Queens”, que tras un puente de lo más inteligente dan paso a un estribillo completamente dulce y baladístico. Un contraste que le da mucha vida al tema. “Something” es la segunda canción con Joe Perry como intérprete vocal. Es un tema rockero, un tanto oscuro y muy en la onda de los dos discos en solitario que ha sacado en los últimos años, “Joe Perry” y “Have Guitar Will Travel”. Por último, “Another Last Goddbye” es una magnífica balada compuesta junto al genial Desmond Child, interpretada por Steven Tyler prácticamente solo con la voz y un piano y en la que hace una demostración vocal absolutamente impresionante. Un tema brillante y que por algún motivo (tal vez la mano del señor Child) suena muy a finales de los 80s.


En resumen, un disco al que tal vez lastra el exceso de minutaje y de temas lentos/baladísticos, pero en el que no hay ni una sola mala canción y sí un buen puñado de temas excelentes y muchas de las virtudes que convirtieron a Aerosmith en una de las mejores y más grandes bandas de la historia de la música, que cautivó a jóvenes como Saúl Hudson (AKA Slash) y les inspiró no sólo a coger un guitarra y tocar rock & roll, sino también a plasmar su pasión por Aerosmith en dibujos de la banda como el que hizo siendo un adolescente, allá por 1982, y ha cedido para el art-work interior del trabajo.

Diablorock.com

Posted in Sin categoría on agosto 14, 2012 by perrygoround

Desde hace algunos meses, la actividad en este blog ha quedado «suspendida», las y las nuevas reseñas, crónicas, etc. de la gente que escribía aquí se pueden encontrar en la web http://diablorock.com/ .

Un saludo a todo el mundo, esperamos encontraros en la nueva web.

High Voltage Festival 2011, 23 July 2011, Victoria Park, London.

Posted in En Vivo y Rockeando with tags , , , , , , , on julio 24, 2011 by perrygoround

El sábado 23 de Julio de 2011 me acerqué al Victoria Park de Londres donde se celebraba la segunda edición del High Voltage Festival. Mi idea inicial era asistir sólo al primer día, y al final fue lo que hice, así que no puedo decir nada de lo que sucedió en la segunda jornada.

El primer artista del escenario principal, a las 13:30 del mediodía era Michael Monroe. Y tengo que reconocer que de todo el line-up del festival, la de Michael era la actuación que más ganas tenía de ver.

Michael tiene un super-grupo en el que destaca la presencia de Sammi Yaffa, ex-bajista y compañero de Michael en Hanoi Rocks, y el nuevo fichaje de Dregen, ahora que parece que Backyard Babies están en un parón indefinido.

Michael fue un auténtico torbellino en escena, tiene una energía brutal, no para de moverse en ningún momento, corre a un lado, a otro, salta, hace el espagaz, se pelea con los pies de micro y con todos los cables que se meten en su camino o se quedan enganchados en algún lado y no le dejan llegar todo lo lejos que quiere, se baja al foso a darle la mano a todos los que se encuentran en las primeras filas, bromea con algunos de ellos, se sube a los andamios que sujetan el escenario, y todo eso sin dejar de cantar ni siquiera cuando en medio del frenesí desenchufa su micrófono, se va corriendo al que tienen para los coros de Dregen, y se adueña de él mientras los técnicos arreglan el problema con su micro. Y también toca la harmónica y el saxofon.

Aquí lo veis peleándose con el micro bajo la atenta mirada de Marko Mendoza y Richard Fortus, que no se quisieron perder el espectáculo, y en la siguiente imagen, subido por las paredes.

Empezó con «Got Blood?» del nuevo «Sensory Overdrive» seguida de otra canción del mismo disco. Pero lo mejor fue cuando encadenó dos temas del glorioso disco de Demolition 23 con dos clásicos de Hanoi Rocks y el tema estrella de su nuevo «Sensory Overdrive», a saber: «Hammersmith Palais», «Motorvatin'», «’78», «Nothing’s Allright» y «Back To Mistery City».

Y para el fin de fiesta uno de sus grandes clásicos en solitario, «Dead, Jail or Rock & Roll».

Después de Michael Monroe salieron Skin. Me quedé a verlos sólo un par de canciones, sonaban bastante bien, pero un hard rock muy típico, sin aportar nada relevante.

Me acerqué al escenario Prog. a ver qué se cocía por ahí y me encontré con que estaban tocando Amplifier.

No los conocía más que de ver el símbolo que llevan por detrás, y sabía que a algunos conocidos les gustan bastante así que me quedé a verlos. Muy sobrios, suenan muy compactos y con buen empaque, pero tal vez les sobra algo de esa sobriedad, soltarse un poco más. Pero bueno, siendo el escenario Progresivo, no es de extrañar.

Tras Amplifier volví al escenario principal donde estaban tocando otro grupo que desconocía, Rival Sons, y que me causaron una grata impresión.

Hacen un blues rock de aires sesenteros muy aprovechable. Especialmente me pareció destacable el vocalista, con un gran chorro de voz, y un estilo vocal que me transportó al año 1969.

Creo que llegado a este punto me fui a comer y perdí a Queensryche en el escenario principal. Cuando regresé estaban a punto de salir Thin Lizzy.

Lo cierto es que los actuales Thin Lizzy son más bien un grupo tributo, donde sólo queda Scott Gorham de la gente que compartió el grupo con Phil Lynott, pero también es cierto que tocan las canciones con respeto y pasión y ofrecen un espectáculo más que digno. Sumadle que tienen un repertorio de lujo y que jugaban en casa, y tendreis un gran concierto.

Michael Monroe salió a tocar el saxofón en un tema.

El nuevo vocalista tiene un registro similar a Phil Lynnot, Marko Mendoza y Richard Fortus cumplen más que sobradamente y Scott Gorham es el encargado de darle un poquitín de credibilidad y nostalgia al asunto. La gente disfrutó mucho, me impresionó un poco ver cómo todo el mundo ahí cantaba emocionada canciones como «Whiskey in the Jar», «The Boys are Back in Town» o «The Cowboy Song». Se nota que el repertorio de esta gente es parte de la cultura rockera del Reino Unido.

Tras Thin Lizzy, llegó el turno de Slash.

The Black Crowes at the Sheperd’s Buch Empire, London. 12 & 13 of July, 2011.

Posted in En Vivo y Rockeando on julio 17, 2011 by perrygoround

Antes de tomarse un descanso indefinido, los Black Crowes se acercaron a Europa para dar una serie de conciertos a modo de «hasta la vista» a las audiencias europeas. Dentro de esta «mini-gira», dos ciudades fueron agraciadas con la opción de ver dos conciertos consecutivos de los Black Crowes ofreciendo un set doble -Acústico y Eléctrico- en cada una de las respectivas noches, Londres y Amsterdam.

Desde el momento en que me enteré de que los conciertos de Londres tendrían lugar durante mi estancia en la capital británica, cierto nerviosismo se apoderó de mí. En primer lugar para conseguir las entradas, estaba convencido de que se agotarían muy rápido -como así fue-, así que el día que se ponían a la venta, allí me planté a primera hora de la mañana delante del ordenador, con la tarjeta de crédito en una mano y actualizando la página cada minutos hasta que estuvieron disponibles. Ya con las entradas en la mano, sólo me quedaba una larga espera de varios meses hasta las fechas señaladas.

El 12 de Julio de 2011 a las 20:00 era el día D y la hora H, nos plantamos allí corriendo desde el trabajo para llegar a la apertura de puertas y no sufrir agobios más tarde.
Puntuales como todo en Inglaterra, a las 20:00 se apagaron las luces del teatro (Sheperd’s Bush Empire) y la música ambiental (clásicos del blues y del rock and roll) y salieron los Black Crowes a escena.

Desde el momento en que pisaron el escenario quedó claro qué tipo de banda y de concierto íbamos a ver. Salieron andando tranquilamente, con total naturalidad, saludando a la audiencia -se los veía contentos, me llamó la atención especialmente la gran sonrisa que lucía Chris Robinson por debajo de su enorme barba- se dirigieron cada uno a su puesto, cogieron su instrumento respectivo y se pusieron a tocar. Simple y llanamente, sin aspamientos ni parafernalia.

Empezaron con el set acústico (lo harían así las dos noches), y la canción elegida para empezar fue el que tal vez sea su mayor éxito, «Remedy». Sin las coristas habituales en sus shows, fueron el bajista Sven Pipien y el guitarrista Luther Dickinson los encargados de hacer los coros, y lo cierto es que con un gran resultado.

Casi sin descanso siguieron con «Hotel Illness» también de «The Southern Harmony & Musical Companion» y «Whoa Mule» del «Warpaint».

En uno de sus pocas conversaciones con la audiencia, Chris presentó la siguiente canción como la más optimista que habían escrito en su carrera, añadiendo que a veces el optimismo es todo lo que tenemos, especialemente si eres de los Estados Unidos. La canción en cuestión es «Welcome to the Goodtimes», la única que rescataron del «By Your Side» en las dos noches.

Siguieron con una versión de Bob Dylan, «Tonight I’ll Be STaying Here With You», y «What is Home», un tema de su lanzamiento discográfico más reciente -«Before the Frost… Until the Freezee»-. Lo siguiente fueron las primeras canciones del «Amorica» -mi preferido de su discografía, el disco con el que los descubrí en mi pre-adolescencia- en caer esa noche, «Ballad In Urgency» seguida de «Wiser Time», al igual que en el disco, en lo que fue uno de los momentos más emocionantes y emotivos de la velada.

Y para no bajar el nivel de emotividad, la preciosa balada del debut «Shake Your Money Maker», «She Talks To Angels» y la excelente «My Morning Song» del «Southern Harmony & Musical Companion» fueron las encargadas de poner punto y aparte para acabar el set acústico, que duró hora y cuarto, y tomarse un respiro de quince minutos antes del set eléctrico.

De regreso al escenario del Sheperd’s Bush Empire, comenzaron con una canción que nunca ha visto la luz en ningún disco titulada «Exit», y a continuación regresaron a uno de sus primeros éxitos, «Jealous Again» antes de visitar «Oh Sweet nothing», una versión de la Velvet Underground.

La siguiente fue una de mis preferidas de siempre, «Thorn in my pride», en la que aprovecharon para intercalar una excelente jam con solos de guitarra de Luther y de batería de Steve Gorman, para luego volver al tema y acabarlo de forma magistral. «Oh Josephine» de «Warpaint» sería la siguiente y, a continuación su famosa versión del «Hard to Handle», en la que hay que decir que fue el único momento de las dos noches en el que Chris Robinson no estuvo brillante, pero sí aceptable.

La preciosa y buen rollista «Soul Singin» del «Lions» y «Goodbye Daughters of the Revolution» del «Warpaint» fueron las encargadas de cerrar el set eléctrico de la primera noche.

Tras abandonar el escenario por unos breves instantes, regresaron los Black Crowes a escena y obsequiaron a los presentes con un último tema a modo de bis, en este caso «Boomer’s Story», una versión de Ry Cooder.

12 July 2011 @ London, England

– Acoustic Set –
REMEDY
HOTEL ILLNESS
WHOA MULE
WELCOME TO THE GOODTIMES
TONIGHT I’ll BE STAYING HERE WITH YOU (Bob Dylan cover)
WHAT IS HOME
BALLAD IN URGENCY ->
WISER TIME
SHE TALKS TO ANGELS
MY MORNING SONG

-Electric Set –
EXIT
JEALOUS AGAIN
OH SWEET NUTHIN’ (The Velvet Underground cover)
THORN IN MY PRIDE
OH JOSEPHINE
HARD TO HANDLE  (Otis Redding cover)
SOUL SINGING
GOODBYE DAUGHTERS OF THE REVOLUTION
– encore –
BOOMER’S STORY (Ry Cooder cover)

Al día siguiente, 13 de Julio, tuve la suerte de repetir en el segundo -y último- concierto consecutivo de los Black Crowes en Londres. Las expectativas después de la primera noche eran altas, y tenía muchas ganas de ver si, previsiblemente, cambiaban el set-list y nos ofrecían cosas diferentes. Tenía especialmente ganas de oir «High Head Blues», y al mismo tiempo quería que repitiesen algunas de mis grandes favoritas y que habían sido los momentos más emotivos de la primera noche como «Thorn in my pride» y especialmente «Wiser Time». No me defraudaron, más bien todo lo contrario, pero vayamos por partes.

Salieron al escenario con la misma naturalidad de la noche anterior y empezaron de nuevo con el set acústico. El tema encargado de abrir fuego fue «Cold Boy Smile», canción originaria del proyecto paralelo de Chris y Rich Robinson «Brothers of a Feather», y que también aparece en el último lanzamiento discográfico de los Crowes, el recopilatorio acústico «Croweology». La segunda fue «Soul Singing», una de las pocas que repitieron las dos noches pero, a diferencia de la noche anterior, esta vez en versión acústica.

Las deliciosas «Sister Luck» del álbum debut fue la tercera, y la cuarta fue otra que repetían «condeciéndome una de mis peticiones», pero también cambiándola del set eléctrico al acústico,  «Thorn in My Pride». En esta ocasión sin solo de batería, pero igualmente maravillosa interpretación. Es un enorme placer tener la ocasión de escuchar dos magníficas versiones diferentes de una de tus canciones preferidas dos noches seguidas, y aún hubo más de esto esa noche.

Y si es maravilloso que toquen dos versiones diferentes de una canción propia como «Thorn in My Pride», no lo es menos que te sorprendan con otra fenomenal, pero esta vez completamente inesperada, versión de una de las canciones de uno de los discos definitivos de la historia. Se trató de «No Expectations», del «Beggars Banquet» de The Rolling Stones. Una grandísima y gratísima sorpresa.

Y regresaron a los temas propios con otra que me cogió por sorpresa, tal vez su canción más «callejera» o más «Oldie», «Downtown Money Waster», con todo su aire western. Siguieron con una de sus composiciones más recientes, «Garden Gate», y otra versión, «Lost My Drivin’ Wheel» de Tom Rush.

«Jelaous Again», la última de las que repitieron cambiandola de set al acústico, fue la última de la primera mitad de la segunda noche, que a esas alturas ya estaba siendo más intensa, larga y emocionante que la primera.

Tras otro pequeño descanso entre sets, regresaron para dar el arreón final, y lo hicieron pletóricos, a lo grande, con una magnífica versión del «Feelin’ Alright» que popularizó Joe Cocker hace ya mucho.

Como contraste de la «antigua» «Feelin’ Alright», una de sus más nuevas composiciones, «Good Morning Captain», que es también uno de los temas más destacados del «Before The Frost… Until the Freeze» fue la segunda del set eléctrico. Y si me permitís el juego de palabras, en mitad de la antigua y la nueva podemos situar a la tercera del set eléctrico «(Only) Halfway to Everywhere», la única que tocaron del «Three Snakes & One Charm» entre las dos noches.

Y lo que siguió fue el apoteosis, dos de las canciones más emocionantes que se hayan escrito, las dos sacadas del «Amórica», «Descending» y «Wiser Time», interpretadas con una emotividad y feeling sublimes; tanto, que sonsiguieron hacerme un nudo en la garganta que no pude quitarme ya casi hasta el final de la noche. Por suerte, pese a haber tocado «Wiser Time» la noche anterior no se olvidaron de ella para el día 13, y además en esta ocasión, en versión eléctrica, que no sé si por ser así, por motivos puramente de sugestión personal o porque el grupo parecía incluso un punto por encima esa noche, o incluso porque la primera noche aún pensaba que me quedaba otra ocasión para oírsela y en este caso ya estabamos en la recta final de la doble velada; pero lo cierto es que me supo aún más a gloria, si eso es posible, que la interpretación de la noche anterior. Y bueno, no me olvido de «Descending» que fue justo antes y también es una de esas canciones con las que consiguen hacer aflorar todo tipo de sentimientos y que también fue interpretada de una forma magistral.

A continuación siguieron con un par de versiones que, por lo que he leído, estaban siendo habituales en los conciertos previos a Londres, el medley «Poor Elijah / Tribute to Johnson». Volvieron al material propio con «Appaloosa», una bonita canción del «Before The Frost…» y para acabar de volarme la cabeza, la última de mis «peticiones», la canción con la que los descubrí allá por 1994, aún recuerdo cuando veía el vídeoclip en mi pequeña televisión de 14′ y flipaba con ese grupo: «High Head Blues». No sólo consiguieron anudar más fuerte el nudo de mi garganta, y que la piel se me pusiese tan de gallina que debía parecer un personaje sacado de la película «Hellraiser», aún no habían acabado el tema y me tenían dando cargajadas de felicidad, y al inglés a mi lado bailando y gritando a todo pulmón de igual felicidad, la nos estaban haciendo compartir a todos los presentes.

Y para acabar de hacernos felicies, dos de sus primeros éxitos, «Seeing Things» de su debut, en la que recuerdo que Chris me impresionó por su poderío vocal, y de nuevo «Remedy», la segunda canción que pasaban al set eléctrico, y que sirvió tanto para abrir el primer set de la primera noche como para cerrar el segundo set de la segunda noche. No obstante es su mayor éxito y su canción emblema, por decirlo de algún modo, y si es que de una banda que es capaz de dar el equivalente a 4 conciertos en dos noches, con cuatro setlists tan diferentes, tocando versiones de los más dispar y dejándose igualmente muchas grandísimas canciones propias en el tintero (y que seguro que habían tocado en días previos o tocarán en días futuros), puede decirse que tengan un tema emblema.

Dos sets de hora y cuarto cada uno la noche de 12 de Julio. Dos sets de hora y veinticinco la noche del 13 de Julio. Dos noches de rock and roll que pasarán a la historia, al menos de los que estuvimos presentes. Pudimos ver a un grupo en estado de gracia, tocando como los ángeles, repasando la historia no sólo de su carrera, sino de lo mejor del rock tradicional, derrochando simpatía y buen rollo, dejando que la música hablase por sí sola. Uno tenía la sensación de estar viendo a una banda clásica, de las que pasará a la historia de la música, ofreciendo todo lo mejor de sí mismos. Desde luego que me sentía afortunado y feliz de haber podido asistir a semejante evento. Y aún quedaba el bis para despedirnos de los Black Crowes hasta que los hermanos Robinson decidan reactivarlos.

Y bueno, nos preparábamos para la última canción, salía el grupo de nuevo a escena, hablando entre ellos, saludando al público, y con ellos iba un hombre mayor, vestido completamente de negro, bronceado, con el pelo blanco y una pequeña coleta… ¿quien será que no le veo la cara? y de pronto se da media vuelta y la gente se volvió loca, creo que el espacio ocupado por el público del Sheperd’s Bush Empire se redujo a una cuarta parte, completamente comprimidos, saltando, bailando y cantando, pero al mismo tiempo intentando sacar una imagen de prueba (que sirviese a modo de pellizco «no es un sueño») de lo que estaba pasando en el escenario. Jimmy Page & The Black Crowes tocando el clásico de Elmore James «Shake Your Money Maker», título que tomaron prestados los Crowes para su álbum debut, y que juntos -Page y los Crowes- habían interpretado hace algo más de diez años en una pequeña gira conjunta por los States y de la que salió el disco «Live At The Greek».

Tener a Jimmy Page compartiendo el escenario con los Black Crowes en su último tema fue la guinda perfecta a un pastel de dos noches maravillosas. Y cierto es que una vez tienes la guinda, el pastel parece mucho más hermoso, pero lo que cuenta es el pastel, no la guinda, y realmente fue el pastel más sabroso que podríamos haber disfrutado. Y con guinda.

13 July 2011 @ London, England

– Acoustic Set –
COLD BOY SMILE
SOUL SINGING
SISTER LUCK
THORN IN MY PRIDE
NO EXPECTATIONS
(The Rolling Stones cover)
DOWNTOWN MONEY WASTER
GARDEN GATE
LOST MY DRIVIN’ WHEEL
(Tom Rush cover)
JEALOUS AGAIN
– Electric Set –
FEELIN’ ALRIGHT
(Joe Cocker cover)
GOOD MORNING CAPTAIN
(ONLY) HALFWAY TO EVERYWHERE
DESCENDING
WISER TIME
POOR ELIJAH / TRIBUTE TO JOHNSON
(Delaney and Bonnie cover)
APPALOOSA
HIGH HEAD BLUES
SEEING THINGS
REMEDY
Encore:
SHAKE YOUR MONEY MAKER
(Elmore James cover, with Jimmy Page)

Cinderella at the Sheperd’s Bush Empire, London. 25/06/2011.

Posted in En Vivo y Rockeando on julio 16, 2011 by perrygoround

El 25 de Junio Cinderella ofrecían en Londres el último concierto de su gira europea, celebrando su 25 aniversario  como banda (desde la publicación de «Night Songs», su primer disco).

Después de haberlos visto ya el año pasado, no esperaba grandes novedades (y lo cierto es que no las hubo, apenas unos pocos cambios en el set-list), pero tras pasarnos una vida esperando que se decidiesen a cruzar el charco, no era como para dejar escapar la ocasión de disfrutar de una gran noche de rock and roll de la vieja escuela, sucio, gitano y pantanoso.

El concierto comenzó con dos temas de, precisamente, su primer disco «Night Songs», la potente «Once Around the Ride» seguida de la marchosa «Shake Me», uno de sus singles de más éxito. Siguió un momento más pausado con la preciosa «Heartbreak Station», canción que titulaba también a su maravilloso tercer disco de estudio.

Tras el momento de calma volvía la tempestad con otro marchoso, duro y afilado tema del disco debut, era el turno de «Somebody Save Me», que enlazaron precisametne con la canción que tituló y abría aquel, ya lejano en el tiempo, debut, la oscura «Night Songs». Y para cerrar la segunda tanda «dura» de la noche, la segunda rescatada del «Heartbreak Station», la híper-marchosa y festiva «The More Things Change», capaz de convertir en una loca fiesta hasta la noche más oscura.

Y llegó el turno de ponerse un poco más melancólicos, y de rescatar las primeras canciones del segundo disco de estudio «Long Cold Winter». Encargándose de ello la semiacústica y preciosa «Comin’ Home», seguida de la más cañera «Second Wind». Y para finalizar el set, tres súperclásicos, tres grandes favoritos. En primer lugar la hermosa y lacrimógena balada del «Long Cold Winter», «Don’t Know What you Got (Til Is gone)», seguida, sin cambiar el tono, del medio tiempo épico del primer disco «Nobody’s Fool» y para despedirse con aires de fiesta, el gran hit-single festivo, la road-movie por excelencia del rock & roll, declaración de intenciones, diario vital de toda banda en la carretera, «Gypsy Road».

Pero aún quedaba tiempo para un bis. La banda regresó a escena para interpretar el tema título de su segundo álbum, el intenso blues eléctrico de «Long Cold Winter», y para finalizar la fiesta, una canción de esas redondas, perfectas, que te dejan cantando y sonriente, «Shelter Me», con solo de Saxofón de Tom Keifer incluído.

Un concierto corto (unos 75 minutos), pero intenso, con la banda sonando estupendamente, la voz de Keifer en buen estado (aunque probablemente no esté para dar conciertos más largos) y con el propio vocalista-guitarrista y front-man, dando una sensación de estar mejor físicamente que el año pasado. Un placer poder disfrutar de otro conciertod de Cinderella sólo un año después de su primera visita a Europa. Ojalá sigan visitándonos en el futuro.

Ozzy Osbourne en el Hammersmith Apollo, Londres, 21 de Junio de 2011

Posted in En Vivo y Rockeando on junio 21, 2011 by perrygoround

Para esta noche había anunciado un concierto de Ozzy en el Hammersmith Apollo (nuevamente). Los anuncios del show decían algo así: «Ozzy ayuda a Kerrang! a celebrar su 30 aniversario. La revista Kerrang! está de treinta aniversario este año y, para celebrarlo con estilo, ha anunciado que el «Príncipe de las tinieblas» en persona, Ozzy Osbourne, será galardonado con el premio «Leyenda Kerrang!» en los Kerrang Awards de este año.»

Por eso pensé que igual habría alguna entrega del premio en cuestión, o que tal vez saliese algún trabajador de Kerrang! a presentar a Ozzy antes del Show. Nada de eso, tan sólo un concierto normal. Si es que alguna vez pudo decirse que un concierto de Ozzy fuese «normal».

Los teloneros fueron una joven banda llamada Revoker. Tocan un metal moderno, incluso con algún deje stoner, diría yo, y me sorprendieron gratamente. Muy enérgicos y potentes, adecuados para que el personal entrase en calor.

Tras la media hora de espera de rigor, amenizada con clásicos de AC/DC,  mientras los roadies acababan de ponerlo todo a punto en escena (con manguerazo de espuma que llegó justo hasta la gente que tenía justo delante, para probar que, efectivamente la manguera de espuma funcionaba), a las 8:30 daba comienzo el Show.

Sale Ozzy en medio de una ovación, «I Can’t Fucking Hear You!», anima a que gritemos más y más, y empieza fuerte, con un puñado de clásicos de sus comienzos en solitario: «I Don’t Know», «Suicide Solution», «Mr. Crowley» y «Goodbye to Romance». Un comienzo apabullante, la carrera de Ozzy está plagada de clásicos absolutos, y ese disco de debut es una absoluta maravilla, el concierto no podría tener un incio mejor. Ozzy, a pesar de sus evidentes problemas de movilidad, no para de animarnos a dar palmas (y yo juraría que él siempre va desacompasado :D), a gritar más y más «I Can’t Fucking hear You!», a volvernos locos y a mover los brazos a un lado y otro durante los temas lentos. Pese a sus limitaciones, sabe cómo mantener a una audiencia metida en un concierto y rebosante de felicidad rockeril.

Sigue con el primer clásico de Black Sabbath que rescata para la ocasión: «War Pigs», en la que nos hace corear aquello de «Whooo, uo, o-o-o, wooo-o-o-o whooo-o-o-o»… bueno, ya sabeis cómo va eso XD. Incluso nos deleita con su famoso «salto de la rana», no es que esté precisamente ágil, pero tampoco es que lo haya sido nunca, así que tampoco hay tanta diferencia entre la ejecución de esta noche y las que hacía hace más de 30 años.

A continuación rescata dos  de los clásicos que grabó con Jake E. Lee, «Bark at the Moon», del disco con igual nombre, y «Shot in the Dark» del segundo disco con Jake, «The Ultimate Sin», con la balada del «No More Tears» «Road to Nowhere» intercalada entre ambas, para finalizar este segmento del show.

Llega la hora de los solos. El nuevo guitarrista, Gus G, es un músico excelente, como todos los que han pasado por el grupo de Ozzy, tal vez algo falto del carisma de alguien como Zakk Wylde, pero un excelente guitarrista de todas formas, y hace buena demostración de ello con un solo técnico, veloz y elegante, que da paso al segundo tema de Black Sabbath de la noche, «Rat Salad», que a su vez da paso al solo de batería de Tommy Cufletos. Un solo entretenido, que fluye naturalmente desde la canción hasta regresar a ella, y con la duración justa para mantener a la gente interesada.

Regresa Ozzy a escena repartiendo agua a las primeras filas (lo que será una constante hasta el final del show, bien sea a maguerazos, a cubazos -incluso después de meter su cabeza dentro-, o a botellazos), aunque finalmente el que acaba más empapado es el propio Príncipe de la Tinieblas, que tal vez quiera también quitarle el título a Neptuno y convertirse en rey de las aguas. Pero ni tinieblas, ni aguas, Ozzy nos confiesa que lo que es en realidad, es un hombre de hierro, «Iron Man», otro clásico Sabbathiano, es la siguiente del setlist.

El penúltimo tema de Black Sabbath de la velada sería «Fairies Wear Boots», con su atmósfera densa y todo su groove.

Tras presentar a su banda, y recordando a muchos de los excelentes guitarristas con los que ha tocado: «Toni Iommi, Randy Rhoads, Jack E. Lee y Zakk Wylde» antes de presentarnos al siguiente de la lista: Gus G.

Y nos pide que gritemos a todo pulmón, y nos confiesa que no pretende cambiar el mundo, ni tampoco que lo cambien a él. «I don’t Wanna Change the World», tras la cual lo que nos pide es que nos volvamos completamente locos, salvajes y locos, y que le acompañemos en su loco viaje en el «Crazy Train». Después de que no sonase en aquel Monsters of Rock de Zaragoza, me pude quitar la espina de ver a Ozzy cantando uno de sus mayores clásicos.

El concierto está tocando a su fin, la banda desaparece del escenario, y mientras gritamos «Ozzy, Ozzy» y luego «One More Song, One More Song» (versión británica del «Otra, otra»), aparece Ozzy al lado de los monitores, semiescondido y agachado, con la mano tras la oreja para comprobar si queremos más o no. Pero parece que no le queda muy claro, intenta adivinar nuestros deseos pero no es capaz, «I Can’t Fucking Hear You!».

Así que tenemos que dejarnos los pulmones para que nuestros deseos le lleguen a las orejas. Por fin le queda claro y nos dedica «Mama I’m Coming Home» y para finalizar, una de las canciones más famosas de todos los tiempos, un tema de esos que por sí solos definen un estilo musical, una era, una forma de ver la vida, un estado mental: «Paranoid».

Y la estupenda velada llega a su fin. El bueno de Ozzy le cuesta caminar, pero lo que no parece costarle nada es dar un concierto de rock and roll de alto voltaje. Su voz está como siempre, tiene una banda muy profesional, todos excelentes músicos -a destacar tambien al bajista Blasko, que pone el carisma que le falta a Gus G- , el sonido fue excelente, y tocaron durante 1 hora y 40 minutos, dando ejemplo a bandas más jóvenes que apenas tocan poco más de una hora. Ya no se hacen tipos como él.

Whitesnake en el Hammersmith Apollo, Londres, 20-06-2011.

Posted in En Vivo y Rockeando on junio 21, 2011 by perrygoround

Hoy tocaban David Coverdale y sus camaradas en el teatro Apollo de Londres y, evidentemente, no me podía perder esta cita.

Los teloneros fueron The Union, un grupo que, al parecer, cuenta con varios integrantes de Thunde en sus filas y hacen un hard rock clásico muy oportuno para una ocasión como esta. Tal vez no sean un grupo brillante, pero sí que muy solventes y perfectos para telonear a un clásico como Whitesnake. Gran trabajo en las guitarras y un batería con mucha pegada, es lo más destacable de The Union.

A las 9 O’Clock se apagan las luces y, mientras suena el clásico de los Who “My Generation”, la banda ocupa su lugar en el escenario. Comienzan el show tocando un tema del penúltimo disco en estudio de la serpiente blanca: “The Best Years”. Aunque es cierto que los temas nuevos comen minutaje para los clásicos, en este caso creo que es de agradecer que no sólo den cancha al trabajo que están presentando, y que mantengan en el set al menos una canción de su disco anterior. “Good to be Bad” era un muy buen disco y es una sorpresa agradable que tras la gira correspondiente no se hayan olvidado por completo de aquellas canciones.

Pero David Coverdale sabe perfectamente cuales son sus ases y en seguida nos ofrece uno de los grandes: “Gimme All Your Love”. La tercera es una sorpresa agradabilísima, otro temazo de esos con los que Coverdale podía tocarte la fibra como nadie más era capaz, “Love is no Stranger”; y sin tiempo ni para respirar, la balada por antonomasia “Is This Love” cierra el primer set de clásicos. He de decir que como todo el mundo sabe, la voz de Coverdale ya no está al nivel que tenía hace 20 años, lo que es completamente normal, está un poco más «cascada» y se nota especialmente en los agudos, pero el que tuvo retuvo, y aún es capaz de cantar todas estas canciones magistralmente y sigue siendo uno de los frontman definitivos. Le queda voz para él y cuatro más y se mete a la audiencia en el bolsillo con sus clásicas posturas y juegos con el micro, y con sus comentarios jocosos entre canciones.

“Algunos de vosotros lo sabreis, otros puede que no, pero tenemos un nuevo disco” y durante los siguientes minutos atacan varias canciones del mismo (disco llamado “Forevermore”, para quien no lo sepa). La primera en caer es “Steal Your Heart Away”. A continuación, David nos dice que ha compartido con nosotros un largo viaje de más de treinta años (y que ojalá que sean otros veinte más) y que, mientras estaban haciendo este nuevo disco, muchas de las letras que le fueron saliendo eran de amor, por nosotros, por haber compartido este viaje con él. Y con esas bonitas palabras y Doug Aldrich a la acústica, dio paso al tema título del nuevo disco “Forevermore”. Aquí debo decir que es un canción realmente buena, con su toque épico, mezclando lo acústico con lo eléctrico, en la onda de cosas como “Sailing Ships” de aquel ya lejano “Slip of the Tongue”.

Antes de presentar la siguiente, David le dedica unas palabras a algunas señoritas en los balcones del público, habla de las chicas de sus audiencias y así da paso a “Love Will Set You Free”.

En este punto llega el momento de los guitarristas, Doug Aldrich y Reb Beach. Sin el resto de la banda, se alternan el lugar en el escenario para ir intercalando un solo tras otro (primero Doug, luego Reb, luego Doug, luego otra vez Reb…) para acabar finalmente con un duelo de blues. Con el resto de la banda de vuelta, Coverdale anuncia que Doug Aldrich va a tocar “el instrumento del diablo, la Slide Guitar” y así, al ritmo de la slide comienza la última de las canciones del “Forevermore” que tocan esta noche “My Evil Ways”. Durante este tema, como era de prever tras escuchar la intro de batería de la versión de estudio, cae el solo de batería de rigor. Es cierto que se hace un poco largo, sobre todo teniendo en cuenta los larguísimos solos de guitarra que nos acaban de ofrecer pocos minutos antes, pero también es cierto que el nuevo batería hace un grandísimo trabajo durante el mismo en el que no escatima ningún recurso a su alcance: desde todo tipo de juegos y malabarismos con las baquetas, hasta el clásico número de tocar con las manos, sin faltar la lata de cerveza para rematar. Además de que le pega como un animal, duro, rápido, con gran variedad de ritmos… un muy buen solo desde todos los aspectos, pero que como todos los solos, tanto de guitarra (exceptuemos “Eruption”) como de batería (“Exceptuemos el de “100.000 years”) no dejan de interrumpir el desarrollo del show de una forma más dinámica, especialmente cuando van tan seguidos.

Tras el solo, finalizan “My Evil Ways” y retomamos los clásicos para rematar la faena.

Reb y Doug cambian a las guitarras acústicas y les imitan el bajista y el batería, que abandonan así sus instrumentos habituales para unirse al set acústico y acompañar a David, que invita a cantar «Farethewell» con ellos a quien se la sepa, mientras un roadie semiescondido tras la batería marca el ritmo con una pandereta y anima a la audiencia a dar palmas. A continuación, ya cada cual con su instrumento habitual, la absolutamente mágica “Ain’t no Love in the Heart of the City”. Escuchas a Coverdale aullar “Here’s a Song For Ya” y antes de escuchar ningún acorde ya sabes lo que toca: “Fool for your Loving”, en su versión a lo “Slip of the Tongue”.

Y antes de acabar un momento emotivo, el teclista de la banda comienza a tocar algo muy familiar, pero Coverdale le para. Nos cuenta que para él tocar en el Apollo siempre fue un sueño, y que sigue siéndolo, y quiere anunciarnos que esta noche está entre nosotros “un hermano” que ha compartido mucho con él, con el que compartió el sueño de tocar en el Apollo,  y que se va a unir para tocar el siguiente tema: Bernie Marsden. La ovación cuando aparece el bueno de Bernie es de lujo. Y con el entrañable Bernie en escena, ahora sí, aquí vamos, “Here I Go Again”. Se despiden en medio de una gran ovación, especialmente dirigida a Bernie, y dejan el escenario vació apenas unas decenas de segundos.

El bis no se hace esperar, y David mira hacia el lateral del escenario y le hace gestos a Bernie para que vuelva y acabe el show con el resto de la banda. Y así interpretan una de las mejores canciones de la historia del Hard-Rock, el Heavy-Metal, el Blues-Rock o como quieran llamarlo, “Still of the Night”. Con Reb Beach, Doug Aldrich y Bernie Marsden repartiéndose los solos y licks a lo largo del tema y con una grand finale, en el que Bernie ocupa el frente del escenario y hace un pequeño solo, amaga con irse de allí tímidamente y David se acerca y le anima a que siga con su solo, mientras la gente le aplaude extasiada y con tremendo cariño.

Cuando finalizan el tema, Coverdale pide que le dejen solo, recibe el impacto directo del único cañón de luz que permanece encendido, y así, “a capella” completamente sólo, cierra el concierto como un buen “Soldier of Fortune”.

Regresan todos al escenario para despedir a la audiencia abrazados, y finalmente se quedan David y Bernie al frente, recibiendo la mayor de las ovaciones de una magnífica noche de rock and roll.

“Be safe, be happy, and don’t let anybody make you afraid”.

Buckcherry at the Electric Ballroom, Camdem Town, London, 14-06-2011.

Posted in En Vivo y Rockeando on junio 15, 2011 by perrygoround

Aprovechando la temporada de festivales veraniegos, Buckcherry están de gira europea y esta tarde tocaban en el club Electric Ballroom de Londres.

La velada la iniciaba un grupo de punk rock con aires hardcoretas llamados G.U. Medicine. No sonaron mal, pero tampoco me volvieron loco.

Siguieron Slaves to Gravity, un grupo de rock modernillo. Nunca entenderé la moda de tocar “entrecortado” que siguen la práctica totalidad de bandas del nuevo milenio. Las canciones, precisamente pro ser de ese estilo tan marcado me resultaron un poco mediocres. El cantante reclamaba una colleja a gritos, el típico modernillo que se comporta sobre el escenario como si tuviera un ataque de epilepsia, bastante poser. La parte positiva era la sólida base rítmica (aunque un tanto monótonos) y el guitarra solista que en cierta medida me recordaba al sonido soundgarden.

Pero lo que había ido a ver era a Buckcherry, una de las últimas bandas de rock sucio y guarrote realmente buenas que han salido en los últimos años. Los californianos saltaron a escena tocando temas de sus tres últimos discos, «Out of Line», “Rescue Me”, “All Night Long”, “Everything”, «Dead» y «Oh My Lord» en lo que fue la primera parte del concierto. Todo estaba bien, el sonido, el grupo cumpliendo… pero era eso, daba la sensación de que estaban cumpliendo, más que ofreciendo un concierto realmente matador.

Debo decir que ésta era la segunda vez que los veía (la primera en el Kobetasonic de 2009) y me quedó la misma impresión en las dos ocasiones: les cuesta entrar en calor. Tanto en aquel Kobeta del 2009 como esta noche, la banda empezó un tanto fría. Tocan esas primeras canciones correctamente, suenan bien, pero la sensación es de cierta frialdad, como que no salen a darlo todo, que están reservando energías.

Pero de pronto llega un tema en el que se desmelenan y se convierten en un ciclón imparable. En este caso esa transformación sucedió durante uno de los singles del disco que venían a presentar: “It’s a Party”. Fue dicho y hecho, así como Josh Todd pronunció las palabras mágicas, la banda, él mismo y por contagio la audiencia, se transformaron en una versión mucho más loca, agresiva, salvaje y desinhibida de sí mismos y eso pasó de ser un buen concierto sin más a ser una auténtica fiesta de rock and roll. Y una vez en caliente, que no pare la cosa, atacaron una de las mejores canciones de “15”, probablemente su disco más exitoso, “Next To You” y, sin tiempo para respirar, su primer single y gran éxito, “Lit Up”, en el que Keith Nelson se destapó con un gran slide. Además, aprovechando la parte intermedia de la canción, Josh nos contó una bonita historia acerca de “Lit Up”. La canción trata de la primera vez que probó cocaína, una divertida noche de viernes en el sur de california. Nos contó que aquella noche fue una noche de esas especiales porque descubrió algo realmente importante: tras tomar cocaína podía beber más.

Y aprovechando que estaban en racha cayeron varias canciones antiguas más, en concreto “Slammin’” del gran disco y fracaso comercial “Time Bomb”, y otra del primero “Dirty Mind”. Es de agradecer que estén recuperando temas de estos dos discos antiguos, ya que son de lo mejor que han hecho, y los tenían un poco olvidados desde que renacieron en su segunda formación. Una animada canción del nuevo llamada “Recovery”, y otro gran momento con la balada “Sorry”, otra de las canciones que más éxito les han reportado. Y para concluir, Josh veía a gente sexy por todas partes, se acordó de que incluso los congresistas de USA twitean fotos de sus pollas, y tras darse cuenta de que el mundo no lo mueve la pasta sino el follar, se lanzaron de cabeza a por una “Crazy Bitch”. Y tras una buena sesión de folleteo funki-rocandrrolero, abandonaron el escenario unos instantes.

Cuando regresaron para el bis, se lanzaron a por otras dos canciones de su maravilloso álbum de debut, en primer lugar “Borderline” y para finalizar, Josh nos consultó qué queríamos oír, y decidió que tocaba “Crushed”.

Hora y cuarto de concierto, los primeros 20 o 30 minutos un poco más fríos, pero desde que entraron en calor, una gran fiesta de rock and roll sucio, guarrote y salvaje como a todos nos gusta y sólo unos pocos pueden ofrecernos.

The Darkness at Sheperd’s Bush Empire, London, 08 June 2011.

Posted in Sin categoría on junio 8, 2011 by perrygoround

The Darkness están de vuelta tras un período de separación que podría definirse como una de sus canciones «One Way Ticket To Hell… and Back».

Durante su estancia en el infierno Justin supuestamente estuvo tratando sus problemas con los povitos blancos y tuvo tiempo de juntar otro grupo llamado «Hot Leg» y editar un único disco «Red Light Fever», que apenas tuvo repercusión. Menos repercusión todavía tuvieron sus ex-compañeros de banda con su grupo Stone Gods (que formaron el hermanísimo Dan Hawkins, el batería de The Darkness ed Graham y el segundo bajista que pasó por la banda). Frankie Poulain, el carismático bajista original había dejado el grupo antes de la grabación del segundo disco, pero por suerte ha vuelto al grupo y The Darkness están grabando su tercer disco con la formación original.

Mientras tanto, les surgió la ocasión de tocar en el Download Festival, que se celebra el próximo fin de semana en el circuíto de Donington Park y como bien dicen en su web-site «Obviamente, nadie es tan tonto como para dar su primer concierto en cinco años delante de 80.000 personas». Lo que significa que han dado 3 conciertos de calentamiento para llegar con algo de rodaje a la gran cita. El tercero, esta misma noche (para mí, el escritor de esta entrada) en el Sheperd’s Bush Empire de Londres.

«Confeti durante «Love is Only a Feeling».

Antes de los Darkness, tuvo la oportunidad de tocar un grupo llamado Max Raptor (si no me equivoco), nada interesante, una especie de Punk pijo que a mí no me llama mucho la atención. Tuvieron una canción con algo de gracia y poco más.

Con puntualidad británica, a las 9 y 15 salieron The Darkness tocando la instrumental «Bareback» seguida de «Black Shuck».

El repertorio se basó principalmente en los temas del disco debut «Permission To Land», y el primer Mega-Hit no se hizo esperar mucho. «Growing on Me», canción perfecta donde las haya, fue la tercera de la noche.

Si la memoria no me engaña, las siguientes fueron «Get Your Hands off My Woman», en la que Justin probó nuestros falsetes y «One Way Ticket To Hell», en la que me gustó el nuevo solo de guitarra, sustituyendo al flojo solo de la versión del disco.

Aprovecharon la ocasión para presentar algunas canciones nuevas, la verdad es que la primera impresión fue buena, suenan rockeras y potentesy por supuesto, con toneladas de falsetes por todas partes. Creo que la primera que tocaron se llama «Nothing Gonna Stop Us Now» o algo así.

Después de la nueva, la power ballad «Love is Only a Feeling», que inundó el teatro de confetti, hasta Justin miraba sorprendido dentro del cañón que disparaba los papelitos. Otra canción absolutamente perfecta y maravillosa «Is It Just Me?», la segunda y última de su segundo disco que interpretaron esta noche, fue la siguiente, antes de otras dos canciones nuevas.

Los títulos de estas dos nuevas los desconozco, por ahí he visto que podrían llamarse «Concrete Jungle» una y «Cannonballs» la otra, pero parecen títulos provisionales. La primera muy rockera y la segunda con un interesante desarrollo instrumental.

Tampoco faltó el último single del «Permission to Land», la divertida «Friday Night» y, antes del mega-éxito, «Giving Up», con una introducción «A Capella» entre Justin y la audiencia (muy volcada, realmente fanática del grupo, todo el mundo cantando todas las canciones, dando palmas, saltando, incluso haciendo pogo y crow-surfing por momentos, es lo que tiene jugar en casa y en un recinto de dimensiones «humanas») y también «Stuck in a Rut». Y luego, eso, para finalizar, el mega-éxito: «I Believe in a Thing Called Love», todo lo que diga será poco, os lo podeis imaginar.

Y tras el parón de rigor y la aclamación de rigor, realmente estruendosa, tembló el suelo del teatro, volvieron a escena para la épica «Love on the Rocks With No Ice». Alargaron el tema hasta casi los 10 minutos, Justin se subió a hombros de un roadie -al más puro estilo Angus Young- que lo paseó entre nosotros (pasó a mi lado y ahí saqué la movida foto que veis justo encima) mientras atacaba el solo del tema. Mientras regresaba a escena, Frankie Poulain nos entretuvo haciendo dar palmas y abrir los brazos exactamente igual que en el clip de Queen «Radio Gaga»,Justin nos dió una clase de falsetes y nos animó a imitarlo (se intentó, creo que mañana me va a rascar un poco la garganta :D) y mientras atacaban los últimos acordes, una nueva lluvia, esta vez de serpentinas, nos atacó desde el techo de la sala.

Una hora y cuarto justa de concierto, de 9:15 a 10:30 clavadas, supongo que intentando ajustar al tiempo del que disponen para el Download Festival, una banda en un estado de forma óptimo, con un gran repertorio, entregados y divertidos, con un puñado de grandes y excelentes canciones. Un concierto buenísimo, por momentos magnífico, de la última gran banda del rock británico.

Hay que confiar en estos tíos, hoy dieron 75 minutos de felicidad, y estoy seguro que aún tienen mucha más que repartir. Espero ansioso su tercer disco y una futura gira de presentación, no veo la hora de repetir.

Motörhead en Vigo 3 de Agosto de 2010.

Posted in En Vivo y Rockeando with tags on agosto 5, 2010 by perrygoround

El martes 3 de Agosto de 2010, Motörhead hicieron una escala en Vigo, la ciudad olívica, dentro de su tour «Here we are again».

22:20 de la tarde, se apagaron las luces del caluroso pabellón, y dió comienzo el show con «Iron Fist». Como ya nos temíamos los locales, que hemos asistido a unos cuantos conciertos en el mismo pabellón, aquello se convirtió en la cúpula del trueno, no está preparado para conciertos, menos aún a semejante nivel de decibelios, y la reverberación es un problema importante a la hora de disfrutar de la música. Aún así, la calidad del sonido se mantuvo al suficiente nivel para poder distinguir la voz y la música.

La banda no se mostró demasiado comunicativa, siendo el guitarrista Phil Campbell el encargado de dirigirse a la audiencia en la mayor parte de los casos, pidiéndonos que a la de 3 nos convirtiésemos en la audiencia más ruidosa del planeta… un truco que no está mal del todo, pero al que sacaron poco jugo. Se dieron por satisfechos en seguida y ya atacaron el siguiente tema. Que fue la tónica general, atacar los temas uno tras otro sin apenas descanso, sin contemplaciones.

Lemmy se limitó en principio a estar ya hacer gestos de asentimiento con los pulgares levantados señalando a la audiencia. Las pocas veces que el propio Kilmister se dirigió a nosotros, era bastante complicado entender lo que decía, y no sólo por nuestro nivel macarrónico de inglés, aunque algo se le entendió, sobre todo cuando presentó «Just ‘cos you cot the power» o a sus compañeros de banda, antes de tocar «Overkill», ya en los bises.

Mención aparte para Mikkey Dee, el batería de Motörhead desde hace casi 20 años. El tío es una bestia parda, aporrea sin descanso, sostiene todas las canciones él solito, se calcó un solo de escándalo, clava todos los temas de una forma pasmosa. El auténtico motor en Motörhead es el rubio batería sueco.

En resumen, hora y media justa de rock and roll de acto octanaje y a muchas revoluciones, hubo tiempo para clásicos como «Stay Clean», «Metropolis», «No Class», «Just ‘Cos You Got The Power», «Going to Brazil» o «Killed By Death», para temas de los discos más recientes, como «Be My Baby» de su disco de 2006 «Kiss of Death»,  y para presentar alguno de los temas de su más reciente esfuerzo de estudio «Motörizer» (2008) como «Rock Out» y «The Thousand Names of God».  El set remató con «Born to Raise Hell» que aparecía como tema principal, además de en el álbum «Bastards», en la banda sonora de la película «Cabezas Huecas», consiguiendo que se reclamase su regreso a escena con el retumbar de miles de pies golpeando el suelo, cual ejército de caballería en desbandada. Regresaron, claro que sí, y sonó el himno de los motoristas de todo el planeta, «Ace of Spades» con el que volcaron el pabellón boca abajo, antes de despedirse con «Overkill».

Iron Fist
Stay Clean
Be My Baby
Rock Out
Metropolis
Over The Top
One Night Stand
I Got Mine
The Thousand Names Of God
Cradle To The Grave
In The Name Of Tragedy
Just ‘Cos You Got The Power
Going To Brazil
Killed By Death
Born to Raise Hell

Ace Of Spades
Overkill